Para poder analizar la calidad de un material presentado de modo online deberemos valorar si:  

• Está adaptado a los nuevos soportes interactivos.

• Utiliza un estilo semántico propio y único, que conecta con el alumno al que va dirigido.

• Tiene una conexión hipertextual: es importante que entre cada parte del texto existan conexiones o enlaces que permitan al alumno ir de unas a otras, de modo que el acceso a cada una de las partes del texto sea una decisión del alumno.

• Presenta un formato multimedia: no hay que abusar del texto escrito, sino que se deben integrar los textos con gráficos, imágenes fijas, imágenes en movimiento, sonidos… que hagan los contenidos más atractivos y motivadores para el alumno, de modo que faciliten su proceso de aprendizaje.

• Proporciona la información necesaria para conseguir los resultados de aprendizaje para los cuales han sido elaborados.

• Permite al alumno una secuencia flexible de estudio, así como distintas y variadas alternativas de trabajo (realización de actividades, navegación por webs, lectura de documentos…).

• Fomenta la interactividad del alumno. Para ello es importante incluir preguntas de refuerzo y actividades que permitan el desarrollo de un proceso de aprendizaje activo del alumno.

• Es dinámico y está actualizado.

Por todo ello, la elaboración de un material online, va mucho más allá de colgar en la plataforma los "pdfs" que antes proporcionábamos en papel, puesto que de esta manera no integramos realmente la tecnología en el proceso de enseñanza/aprendizaje. Lo importante es conseguir una mayor implicación del alumno en su proceso formativo y un mayor rendimiento.